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“Los coches autónomos utilizan LiDAR, radares, cámaras y sensores para detectar el mundo que los rodea y encontrar el mejor camino hacia el destino de forma rápida y segura.”
Los coches autónomos pueden captar su entorno a través de cámaras, radar, LiDAR y sensores montados y tomar decisiones de navegación utilizando una unidad GPS y un sistema de navegación inercial.
La tecnología de conducción autónoma se basa en cámaras y sensores polivalentes que reconocen con precisión el entorno, así como algoritmos de redes informáticas que analizan correctamente la situación actual. La cámara estéreo instalada en el parabrisas, la cámara en el espejo retrovisor lateral, los sensores ultrasónicos en los parachoques delantero y trasero y el radar de largo y corto alcance sirven para detectar el movimiento de objetos. Si la red informática del vehículo identifica una situación potencialmente peligrosa, alerta al conductor de la circunstancia o el automóvil frena para evitar un accidente. Todas las cámaras y sensores están entrelazados como una telaraña para permitir que el automóvil responda activamente al peligro intercambiando y analizando información. La clave de esta tecnología es fusionar los datos de todos los sensores para predecir tales situaciones de antemano y esperar lo que el conductor no podría esperar.
Cuando se trata de vehículos autónomos, el sistema de control toma decisiones de navegación. El sistema es capaz de encontrar el camino óptimo hacia su destino sin obstáculos en la carretera a través de su mapa interno. Una vez que se selecciona la mejor ruta, se envían comandos a cada actuador del automóvil para controlar la dirección y el frenado.
La conducción autónoma evoluciona de acuerdo con los avances en el rendimiento mecánico, como la precisión de las cámaras, los sensores y los sistemas de control. Actualmente, el progreso basado en esta tecnología permite a los automóviles conducir mientras mantienen la distancia del vehículo de adelante, mantener el vehículo en su carril, leer las señales de tráfico a través de sus cámaras y reducir la velocidad antes de ingresar a las intersecciones o esquinas conectándose a sus mapas de navegación. En el futuro, se espera que los automóviles puedan reconocer y prepararse para los posibles peligros de antemano en las rutas navegadas mediante el uso de servidores en la nube."