1. La respuesta rápida de un ABS hace posible un frenado eficaz, lo que permite a los conductores mantener el control de sus coches incluso cuando el freno ya está aplicado.
2. Un ABS reduce considerablemente las posibilidades de patinar durante una frenada brusca. Por ejemplo, suponga que solo la rueda trasera derecha atraviesa un charco en la carretera. El ABS detecta el cambio en las condiciones de la superficie de la carretera en un instante usando el sensor de velocidad ubicado en esa rueda. Luego, la bomba ABS se activa para restaurar la presión dentro de la rueda trasera derecha y, a su vez, equilibra las cuatro ruedas.
3. Un ABS también juega el papel de controlar la tracción. En carreteras mojadas o nevadas y resbaladizas, los automóviles parecen patinar incluso con los frenos normales, lo que se debe a una caída en el coeficiente de fricción del neumático. Si la rueda se bloquea debido a un frenado brusco en tales condiciones de la superficie de la carretera, puede conducir a una situación peligrosa. Un ABS puede evitar el bloqueo aplicando y soltando el freno más de diez veces por segundo y proporciona más control de tracción.
4. Un ABS puede ayudar a disuadir accidentes mediante el uso de tecnología avanzada que puede advertir a los conductores sobre los peligros y detener rápidamente el vehículo cuando se espera una colisión con otro automóvil u objeto.