Rompemuelles: Conoce sus funciones, tipos y normas aplicables

Tanto si llevas años conduciendo SUVs grandes como si simplemente te desplazas en carro a diario, es muy probable que te hayas topado con rompemuelles en tus trayectos. Aunque pueden ser una molestia para algunos conductores, estos elementos son esenciales para la seguridad vial.

Para que comprendas mejor su importancia, aquí te presentamos una guía sobre los diferentes  tipos de rompemuelles que existen, sus funciones y las normas que regulan su instalación.

¿Qué son los rompemuelles?

Los rompemuelles, también conocidos como reductores de velocidad, gibas o badenes, son estructuras elevadas que se instalan en las autopistas y calles con el objetivo de reducir la velocidad de los vehículos.

En este sentido, podemos decir que su función principal es controlar el comportamiento de los conductores en zonas donde la seguridad es primordial, como áreas residenciales, escolares, hospitales o cruces peligrosos.

Estos elementos están diseñados para ser lo suficientemente altos y anchos como para causar incomodidad a los automóviles que pasan sobre ellos a gran velocidad. A menudo, se combinan con la señalización adecuada que advierte a los conductores de su presencia, permitiéndoles reaccionar y disminuir la velocidad antes de alcanzarlos.

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Tipos de rompemuelles y sus funciones

Hoy en día, existen distintos tipos de reductores de velocidad en todo el mundo, cada uno con un propósito específico. A continuación, te mostramos más sobre ellos:

1. Rompemuelles tradicionales

Estos son los rompemuelles más comunes y consisten en una elevación transversal en la carretera. Generalmente, tienen una forma parabólica o trapezoidal; su altura varía entre 7 y 10 centímetros.

Suelen estar hechos de caucho, concreto o metal, y presentan un diseño estándar con franjas diagonales negras y amarillas alternadas. Además, de ser necesario, se incorporan tachas retrorreflectivas dentro del cuerpo del reductor y a lo largo de la zona de contacto con la superficie de rodadura.

Los rompemuelles tradicionales están destinados a vías públicas, estacionamientos y áreas de alta concurrencia peatonal, como colegios y parques.

2. Lomos de burro

Los “lomos de burro” son una versión más agresiva de los rompemuelles, ya que tienen una mayor altura y un perfil más empinado, lo que provoca una reducción de velocidad aún más pronunciada. Son mucho menos usuales; de hecho, su instalación está prohibida en algunas carreteras de diversas ciudades y países.

Debido a su diseño, pueden generar más desgaste en los vehículos, así que si conoces una ruta que los incluya, procura evitarla.

3. Rompemuelles ondulados

A diferencia de los tradicionales, los rompemuelles ondulados o estoperoles viales consisten en pequeños elementos elevados dispuestos en línea a lo largo de la calzada. En esta categoría también se encuentran las bandas transversales de alerta, que tienen una forma más alargada, similar a las bandas fresadas.

Fabricados con materiales como plástico o metal, estos reductores no producen una desaceleración abrupta, sino que generan una vibración y ruido perceptibles en el vehículo al atravesarlos.

Su función es más preventiva, pues advierten a los conductores de la necesidad de reducir la velocidad de forma sutil pero efectiva. Son especialmente útiles en carreteras rurales, vías de gran velocidad y zonas con curvas peligrosas, donde es crucial mantener una conducción controlada sin interrumpir el flujo del tráfico.

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4. Rompemuelles de plataforma elevada

Esta clase de rompemuelles consiste en una plataforma elevada que ocupa una mayor extensión de la vía. Su diseño inteligente permite que los automóviles pasen de manera más gradual.

Una de sus principales ventajas es que, en lugar de forzar a los conductores a frenar en poco tiempo, fomentan una desaceleración controlada. Esto se debe en gran parte a su estructura más amplia y menos abrupta, que los convierte en una solución ideal para áreas urbanas con tráfico constante, donde detenerse puede resultar poco práctico o peligroso.

También están pintados con flechas amarillas y bordes negros; en algunas ocasiones, la sección plana puede incluir líneas de paso peatonal.

5. Rompemuelles temporales

Estos badenes reductores de velocidad se usan en situaciones donde es necesario regular el tránsito por un tiempo limitado, como en obras de construcción. Normalmente, están hechos de caucho o plástico, lo que facilita su instalación y desmontaje rápido.

A pesar de ser temporales, son efectivos para cumplir su función de controlar el flujo vehicular en zonas específicas.

Normas aplicables a los rompemuelles

La instalación de rompemuelles no es arbitraria; existen normas que regulan su diseño, ubicación y señalización, con el fin de garantizar que su presencia sea efectiva y segura para todos los usuarios de la vía.

Estas regulaciones pueden variar dependiendo del país, pero se basan en las siguientes directrices básicas:

● Ubicación y justificación: Los rompemuelles deben instalarse únicamente en lugares donde se justifique la necesidad de reducir la velocidad, como carreteras o tramos viales en zonas urbanas donde la velocidad de operación sea igual o menor a 50 km/h.

● Dimensiones y diseño: El diseño de los rompemuelles debe ajustarse a los estándares específicos establecidos en cada país o región. En Perú, por ejemplo, se rige por la norma N.º 23-2011-MTC/14.

● Señalización: Es fundamental señalizar los reductores de velocidad de manera clara y visible. Esto se logra mediante la señalización vertical, que utiliza letreros para indicar la presencia de un rompemuelles a una distancia adecuada, y la señalización horizontal, que emplea pintura reflectante en el propio reductor para asegurar su visibilidad durante la noche y en condiciones de baja iluminación.

● Mantenimiento: Estos elementos deben ser sometidos a pruebas y labores de conservación periódicas para comprobar que siguen cumpliendo con su función prevista.

Ahora ya sabes qué tipos de badenes existen y cuáles son sus funciones, así como comprendes su importancia. La próxima vez que emprendas un viaje, asegúrate de aplicar lo aprendido para garantizar tu seguridad y la de los demás en las vías. ¡Mantente informado y sé un conductor responsable!

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