¿Por qué no deberías conducir un auto de manera agresiva?

Al comprar un auto, muchos conductores creen que el estilo de conducción no influirá en el estado y vida útil de su vehículo. Piensan que, si un auto es nuevo y está a la altura de la tarea, la conducción agresiva y rápida no lo dañará, pero en realidad cualquier vehículo puede dañarse debido a una conducción inadecuada.

En el siguiente artículo de KIA, te mostraremos las razones del porqué debes evitar a toda costa conducir un auto de manera agresiva.

¿A qué nos referimos a una conducción agresiva?

La conducción agresiva es un tipo de comportamiento de conducción intencional que pone en riesgo la seguridad y el bienestar del conductor. Algunos ejemplos de comportamientos que entran dentro de la clasificación de conducción agresiva incluyen:

●      Pasarse las señales de alto o luces rojas.

●      Manejar muy cerca de otros vehículos.

●      Exceso de velocidad.

●      No ceder el paso a otros conductores cuando tienen el derecho de paso.

●      Entrar y salir del tráfico a través de cambios de carril excesivos, entre otros.

Algunos comportamientos que acompañan a la conducción agresiva también incluyen bocinazos, gritos y gestos a otros conductores para mostrar desaprobación y enojo. Conducir de forma agresiva no solo debe evitarse porque es peligroso, sino porque puede conducir a situaciones aún más peligrosas o que no te imaginabas, las cuales veremos a continuación.

1. Disminución del rendimiento el motor

En primer lugar, la conducción rápida y agresiva afecta negativamente al rendimiento del motor. Cuando conduces rápido, estás ejerciendo más presión sobre tu motor, la cual proviene al dejar que el motor funcione a mayores revoluciones por minuto. 

Además, cambiar las revoluciones todo el tiempo puede causar estrés en las válvulas y culatas. Estos, al moverse a gran velocidad, provoca que aumente el desgaste de las correas. De igual forma, esto generaría otros problemas y dañaría todo tipo de sistemas de autos.

El mayor problema con el motor, provocado por una conducción agresiva, es el sobrecalentamiento. Al conducir en un tráfico denso, debes presionar el freno muchas veces y esto hace que pase menos aire a los componentes calientes del motor. Como resultado, el motor se calienta más de lo normal.

2. Fallas en la transmisión

La conducción agresiva también impacta en la transmisión de tu auto. El arranque rápido significa que estás soltando el embrague abruptamente. Este componente importante de la transmisión puede dañarse fácilmente de esta manera y tendrás que reemplazarlo antes de lo esperado.

Si hablamos de cajas automáticas, estas no tienen embrague, así que muchos conductores piensan que la caja de cambios automática puede arrancar a la velocidad que quieran, pero en realidad también es una mala práctica hacer esto (sin mencionar que se puede ocasionar muchos accidentes graves).

El diferencial puede sobrecalentarse y las juntas de velocidad constante pueden agrietarse debido a la conducción agresiva y el arranque rápido, así que es mejor conducir normalmente.

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3. Desgaste de los frenos y los neumáticos

La conducción agresiva también significa frenar fuerte todo el tiempo, por lo que los frenos también se ven afectados negativamente por eso. Todo el mundo sabe que frenar provoca el desgaste de las pastillas de freno. Debido a esto, las pastillas deberán cambiarse con mucha frecuencia.

Y, por supuesto, con una conducción agresiva, los neumáticos también se dañarán. Una conducción, arranque, cambios de marcha, todos rápidos, y un frenado fuerte provocan el desgaste de los neumáticos. ¿Por qué? Porque el caucho de las llantas se quema mucho más rápido. 

En pocas palabras, deberás cambiar los neumáticos con mucha más frecuencia si conduces de forma agresiva. Y, si ignoras este desgaste, podrías provocar daños mucho más graves. Unos neumáticos en mal estado aumentan el riesgo de accidentes automovilísticos.

4. Te conviertes en un mal modelo a seguir

Al ser un adulto que debe preocuparse por sí mismo y por las personas que están fuera de tu vehículo, debes conducir de manera razonable para dar un buen ejemplo a los nuevos conductores. Considéralo en este sentido, ¿te gustaría que tus hijos manejen igual que tú? ¿De una forma agresiva que puede poner en riesgo su integridad o la de los demás?

5. Aumenta las posibilidades de que tengas un accidente

Si conduces de manera agresiva, puedes perder el control de tu vehículo y podrías provocar un accidente. Estás poniendo en peligro la vida de los demás. Además, tu forma de manejar puede poner nerviosos a otros conductores y afectar cómo ellos conducen. Todo suele ser una respuesta en cadena. 

Entonces, incluso si estás seguro de tus habilidades de conducción y crees que no causarás ningún accidente, aun así, debes manejar correctamente, al menos por el bien de tu auto.

Hay muchas formas en que la conducción agresiva puede ser peligrosa y dañar tu vehículo. Te aseguramos que una conducción lenta te ahorrará tiempo y dinero porque tu auto no necesitará tantas reparaciones.

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